No Estoy Bien, pero ya no da Vergüenza Decirlo
Mi nombre es Elizabet Gamio, soy una chica con un objetico claro, dar a conocer mis experiencias y conocimientos sobre como sobrellevar cargcionaas emoles, preocupaciones, cómo salir adelante a pesar de sentir que ya no puedes más.
No Estoy Bien, pero ya no me da Vergüenza Decirlo.
Durante mucho tiempo, aprendí a sonreír por fuera mientras por dentro todo era un caos. A los demás les parecía que yo “estaba bien”. Iba a clases, trabajaba, salía, respondía mensajes. Pero la verdad era otra: había días en los que no podía ni salir de mi cama sin sentir un nudo en el pecho.
Me sentía agotada sin haber hecho nada. Como si la vida me estuviera exigiendo más de lo que yo podía dar.
Y aún así, lo más difícil no fue estar mal. Lo más difícil fue sentirme culpable por estarlo.
No hay una materia en el colegio que te enseñe a lidiar con la mente. Nadie te dice qué hacer cuando los pensamientos no paran, cuando te cuesta respirar sin razón o cuando el cansancio emocional te arrastra aunque hayas dormido 10 horas.
Entre los 18 y 25 años muchas cosas cambian: tu identidad, tu círculo, tus objetivos, tu rutina, incluso tu cuerpo. Es una época donde estás “descubriéndote”, pero también donde muchos sienten que se están perdiendo.
Yo fui una de esas personas. Y si estás leyendo esto, tal vez tú también.
😶🌫️ El peso de aparentar
Vivimos en una sociedad donde todo el mundo parece tener su vida resuelta en redes sociales. Ves historias de personas viajando, logrando cosas, luciendo felices… y tú, en tu cama, sin saber ni qué quieres para tu vida.
Te preguntas si estás fallando. Si tú eres el problema. Si hay algo mal contigo.
Spoiler: no lo estás. Y no lo hay.
Estar mal no te hace débil. Te hace humano.
🧠 Aprender a decirlo (aunque dé miedo)
Afuera me veían “normal”. Hacía tareas, bromeaba, salía a veces. Pero adentro había una tormenta.
Ansiedad. Tristeza. Miedo. Confusión.
Me dolía estar mal y me dolía más no poder decirlo. ¿Qué iban a pensar? ¿Que estaba exagerando? ¿Que no agradecía lo que tenía?
Esa culpa silenciosa es una trampa. Porque cuando te enseñan que mostrarte vulnerable es una debilidad, aprendes a ponerte máscaras.
Y vivir con una máscara... cansa.
Decir “no estoy bien” no es fácil. Da miedo que te juzguen, pero también da libertad.
La primera vez que lo dije en voz alta, sentí que me quitaba un peso del alma. Fue como abrir una ventana en una habitación cerrada. Por primera vez, podía respirar.
Y descubrí que hay más personas sintiéndose igual de perdidas, tristes o abrumadas. Solo que nadie lo dice.
🧴 Cuidarse sin presión
No vengo a darte fórmulas mágicas. Yo misma estoy aprendiendo a vivir con lo que siento, a entender mi ansiedad, a permitirme descansar.
A veces me va bien. Otras, solo sobrevivo el día.
Pero aprendí que autocuidarse no es hacer yoga con velas. A veces es dormir una hora más. Comer algo caliente. Apagar el celular. Llorar sin culpa. Escribir esto.
🫂 Si estás leyendo esto...
Y no estás bien: estás en el lugar correcto.
Este blog nace desde ese lugar roto, pero honesto. Para hablar de lo que no se habla. Para escribir lo que a veces no podemos decir en voz alta. Y para recordarte que no estás solo/a en esto.
Porque no estar bien, también está bien.
Y está bien decirlo.
😵💫 La presión invisible de los 20
Los 20 deberían ser “los mejores años de tu vida”, ¿no? Eso dicen.
Pero ¿y si no lo son?
-
Redes sociales: todos parecen tener éxito, pareja, cuerpo ideal, amigos increíbles. ¿Y tú? En tu cuarto, abrumado con tus propios pensamientos.
-
Universidad o trabajo: expectativas, exigencia, frustración si no te gusta lo que haces.
-
Vida emocional: amores confusos, amistades que se enfrían, familia que no te entiende.
Y ahí estás tú, tratando de mantenerte en pie mientras todo eso gira a la vez.
💬 ¿Por qué es tan difícil decir “no estoy bien”?
Porque nos enseñaron que hablar de emociones es “ser débil”.
Que pedir ayuda es “exagerar”.
Que mostrar cansancio mental es “drama”.
Entonces callamos.
Y el silencio pesa. Mucho más de lo que imaginamos.
🧠 El momento en que algo cambió
Un día, ya no pude más. Sentí que me ahogaba en mí.
Y me atreví a escribirle a alguien de confianza:
“No estoy bien. No sé qué me pasa. Pero necesito hablarlo.”
No fue la solución mágica. Pero fue el comienzo.
Y entendí que decirlo es un acto de amor propio.
🧴 Autocuidado más allá de lo superficial
En redes te dicen que autocuidarte es bañarte con espuma, prender una vela, hacer journaling… y sí, puede ayudar. Pero también hay otras formas reales de cuidarte:
-
Dormir sin culpa.
-
Comer aunque no tengas hambre emocional.
-
Cancelar planes si no tienes energía.
-
Ir a terapia si puedes.
-
Dejar de seguir cuentas que te hacen sentir mal.
-
Decirte a ti mismo “hoy hice lo que pude. Y eso es suficiente”.
Cuidarte no siempre se ve bonito. A veces es llorar. A veces es no hacer nada.
🌧️ Si estás pasando por un mal momento…
Esto es para ti:
-
No eres débil por sentirte así.
-
No estás solo/a.
-
No es tu culpa.
-
No necesitas tener respuestas ahora mismo.
-
Y sí: vas a salir de esto, aunque ahora no lo veas.
Quizá no hoy. Quizá no mañana. Pero un día vas a mirar atrás y vas a agradecer no haberte rendido.
📌 ¿Por qué escribí esto?
Porque hay muchos como yo, como tú, como nosotros: personas jóvenes que están sobreviviendo silenciosamente, creyendo que lo que sienten es “anormal”.
Y no lo es. Lo que está mal es que nadie nos enseñó a hablarlo.
Este blog es mi forma de abrir esa puerta. De escribir lo que nunca me atreví a decir.
Y tal vez, al leerlo, te animes también a soltar lo que cargas.
🤍 Lo que me repito cada día
“Hoy no estoy bien.
Pero ya no me da vergüenza decirlo.
Y sé que hablarlo, aunque duela, es el primer paso para estar mejor.”
Si tú también sientes eso, este espacio es para ti.
Te invito a quedarte, a leernos, a comentarme si necesitas hablar.
Aquí no hay juicios. Solo realidades compartidas.
No estoy bien (y está bien). Pero juntos, vamos a estar mejor.
—
🖊️ Publicado en: “No Estoy Bien (Y Está Bien)”
Comentarios
Publicar un comentario